- Sísifo: fue condenado en el infierno a empujar una piedra enorme cuesta arriba por una ladera empinada, pero antes de que alcanzase la cima de la colina la piedra siempre rodaba hacia abajo, y Sísifo tenía que empezar de nuevo desde el principio. ¿Acaso el amor no parece a veces esa piedra?
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